La verdadera pasión por el trabajo se caracteriza por tres elementos esenciales. El primero de ellos es la "constancia", que representa la habilidad de mantenerse firme y dedicado a un objetivo a lo largo de muchos años. Otro componente fundamental es la "perseverancia", que refleja la tenacidad y la fuerza de voluntad necesarias para enfrentar desafíos y superar obstáculos. Por último, se encuentra la noción de "esfuerzo vrs. talento", que se refiere a la combinación de actitudes y habilidades innatas de una persona, lo que le permite alcanzar sus metas de manera más eficiente.